Actualmente existe una mayor conciencia sobre la importancia de contar con unos dientes bien alineados, no solo por una cuestión estética, sino también para garantizar menos desgastes, evitar el trauma oclusal o dificultades en la función fonética y una mala masticación. Unos dientes mal alineados pueden dificultar una correcta higiene dental, facilitando la aparición de caries, gingivitis, periodontitis y otros problemas que, de no prevenirse, requieren tratamientos costosos e invasivos. En consecuencia, los tratamientos de ortodoncia han experimentado un gran auge en los últimos años al ofrecer cada vez un mayor número de alternativas, más cómodas y que provocan menos molestias.
La ortodoncia permite corregir problemas a una edad precoz, mejorando el pronóstico de las alteraciones del crecimiento óseo del maxilar o de la mandíbula y de una incorrecta posición de los dientes. Por este motivo, se priorizan los tratamientos que ayudan al correcto desarrollo de la dentadura infantil y hacen que, en caso de necesitar una segunda fase de ortodoncia, ésta sea mucho más sencilla y de menor duración. En el caso de los adultos, también ha aumentado el número de pacientes debido a que se han incrementado las posibilidades de recibir un tratamiento de forma casi imperceptible, gracias a técnicas invisibles como ortodoncia lingual u ortodoncia con alineadores.
La duración de los tratamientos de ortodoncia varía en función de las causas que lo hacen necesario. Asimismo, no existe una edad ideal para comenzar con la ortodoncia. Se recomienda asistir a la primera visita con el ortodoncista a los 4-5 años.
fuente: www.elcorreo.com